La apertura está disponible en varios modelos para satisfacer las necesidades de todos. Es el primer detalle que notan los visitantes. Para combinar seguridad y estética, la puerta de la casa debe elegirse con cuidado. Debe ser diseñado, resistente y cómodo al mismo tiempo.
¿Qué material de puerta debo elegir?
El material garantiza tanto la resistencia como la estética de la puerta gyt. Los fabricantes ofrecen una amplia gama de materiales a los clientes. Cada material tiene sus propias ventajas y limitaciones. Las puertas de aluminio son ligeras y no se oxidan. Requiere poco mantenimiento. Este tipo de puerta se puede limpiar con una esponja empapada en agua jabonosa tibia. Para completar la acción, basta con limpiar el soporte con una gamuza. Sin embargo, las puertas de aluminio son caras. Puede encontrar más información sobre las puertas gyt en gyt.co.uk www.gyt.fr.
El modelo de PVC es fácil de mantener. Es resistente al óxido y se puede limpiar con agua jabonosa. Si busca una versión más resistente, debería elegir una puerta de PVC con un marco de aluminio reforzado. La combinación de los dos materiales optimiza la seguridad de la apertura.
Las puertas de madera son más robustas y ofrecen un ambiente cálido. Las especies exóticas son más duras y resistentes a los cambios de temperatura. Las puertas de madera suelen tratarse en autoclave o con un tratamiento de alta temperatura (THT). Sin embargo, requieren un mantenimiento regular. Consiste en aplicar regularmente dos capas de pintura o tinte para madera de exterior.
Sólidas y seguras, las puertas de hierro se presentan en una infinidad de personalizaciones. Los modelos de hierro galvanizado son más fáciles de mantener. En cualquier caso, se recomienda la aplicación de dos capas de inhibidor de óxido de hierro especial cada dos años.
¿Qué tipo de apertura?
La apertura de la puerta es un criterio decisivo para elegir una puerta. En función del espacio disponible, puede elegir entre modelos abatibles o deslizantes. La primera tiene dos hojas que se abren hacia dentro o hacia fuera. El ángulo de apertura está entre 90 y 180°. La puerta batiente es la gama más común del mercado. Al abrirse hacia el interior, es ideal para usarla en el límite de la propiedad. La puerta requiere un espacio interior suficiente para permitir la apertura completa. El sistema de tracción es adecuado para una calle o acceso en pendiente. No se puede instalar en el límite de una propiedad (a menos que se obtenga el permiso municipal).
La puerta corredera es interesante si no hay suficiente espacio en profundidad. Tiene una apertura lateral izquierda o derecha (de una o dos hojas). El modelo deslizante le permite disfrutar de un poco más de espacio privado, ya que limita el tamaño del camino de entrada y el espacio en el patio. Es ideal para las entradas cuesta arriba. Este tipo de apertura requiere un espacio suficiente y la instalación de un riel en el suelo para el retorno.
Formato y estética
La forma de la puerta se guía por las preferencias y el estilo de decoración de la casa y está disponible en varios tipos. El corte recto es el más popular. Da un aspecto contemporáneo a la entrada y es muy común en los modelos correderos. El corte en V, también conocido como corte inclinado o doble trapezoide, tiene hojas diagonales. Tiene una inclinación hacia los postes o el centro. El original corte "chapeau de gendarme" se caracteriza por el redondeo de la parte superior de las hojas en el centro de la puerta. Su formato empotrado o en relieve da un aspecto auténtico a la entrada de la residencia. El corte curvo o abombado tiene un redondeo completo a lo largo de toda la abertura.
En cuanto al tipo de relleno de las hojas, observamos la puerta maciza, la puerta semillena y la puerta calada. El sólido portón protege la propiedad de miradas no deseadas. El segundo tipo suele tener una sección inferior sólida para garantizar la seguridad de los niños y las mascotas. La puerta calada permite una visión parcial del exterior y deja entrar la luz. El calado puede tener un patrón decorativo o ser de rejilla.
Hay una amplia gama de colores para elegir, desde el clásico portón blanco hasta el negro, gris, marrón, verde y azul. La elección depende de sus deseos y de las disposiciones de la normativa urbanística local.